En este apartado se describe, de manera general y objetiva, las perspectivas económicas mundiales y del país, así como algunos elementos de coyuntura económica del Estado de Puebla. Dichos escenarios son relevantes en la elaboración de la Iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos del Estado, ya que es la base sobre la que se construye la estimación de recaudación de ingresos y permite identificar problemáticas sociales que deberán ser atendidas mediante la ejecución del presupuesto de egresos. Se desagrega de la siguiente manera:
Durante 2023, la economía global mostró un desempeño superior al previsto en los primeros informes del año, a pesar de las condiciones financieras restrictivas derivadas del endurecimiento de la política monetaria por parte de los bancos centrales, cuyo objetivo ha sido controlar la inflación. Al tercer trimestre de 2024, los datos sugieren que la recuperación económica mundial avanza a un ritmo moderado, impulsada por la desinflación en las principales economías, la gradual reactivación del comercio mundial—especialmente en Asia—y la resiliencia del mercado laboral en las economías avanzadas. No obstante, el crecimiento se mantiene bajo en términos históricos, agravado por episodios recientes de alta inflación en algunas economías emergentes y por las condiciones macroeconómicas y políticas internas de cada país.
Las economías avanzadas retomaron impulso a partir del segundo trimestre, tras una fase de lentitud a inicios de año, mientras que algunas economías emergentes comenzaron a mostrar signos de desaceleración. En Estados Unidos, el gasto de los hogares empieza a desacelerarse, perfilando un enfriamiento controlado de la economía. En la Zona Euro, aunque se superaron expectativas de una mayor contracción en el tercer trimestre, persiste una actividad económica débil. En tanto, la economía de China enfrenta desafíos importantes, especialmente debido a la debilidad de la demanda interna y a la prolongada crisis en el sector inmobiliario.
Se proyecta que 2024 será testigo de una recuperación económica moderada. Las economías avanzadas, como EE. UU. y la Zona Euro, enfrentan desafíos por la desaceleración del consumo y las interrupciones en las cadenas de suministro. Al mismo tiempo, algunas economías emergentes, como India, han mostrado mayor resiliencia, mientras que China continúa siendo un pilar clave del crecimiento mundial, aunque con un menor dinamismo.
A lo largo del año, los organismos internacionales han actualizado sus proyecciones económicas, reflejando la divergencia en los ritmos de recuperación entre regiones. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos revisó al alza su proyección de crecimiento global para 2024 a 3.2%, destacando un crecimiento de 2.6% en EE. UU., mientras que la Eurozona experimenta un crecimiento limitado de 0.7%. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial proyectan cifras similares: el FMI anticipa un crecimiento global de 3.2% en 2024 y 2025, y el BM sitúa su estimación entre 3.0% y 3.1%.
A pesar de esta recuperación moderada, la economía mundial enfrenta riesgos significativos que podrían afectar su estabilidad en los próximos años. Estos riesgos incluyen conflictos geopolíticos y comerciales, volatilidad en los mercados financieros, condiciones climáticas extremas y un estancamiento en la productividad en medio de una inflación elevada, lo que podría agravar aún más el estancamiento económico.
1/ Las proyecciones de crecimiento real del PIB mundial, comparadas con el año anterior, se basan en los reportes Global Economic Prospects del Banco Mundial (junio de 2024), el World Economic Outlook del FMI (octubre de 2024) y el OECD Economic Outlook de la OCDE (septiembre de 2024). En el gráfico, los círculos sobre las barras reflejan las variaciones en las proyecciones respecto a los reportes previos. El color verde indica una revisión al alza, el naranja señala que las proyecciones se mantuvieron sin cambios, y el rojo representa una revisión a la baja.
2/ Las cifras corresponden al reporte Global Economic Prospects, del BM, de junio de 2024 y los datos históricos al portal DataBank del mismo organismo.
Fuente: SPF. Dirección de Presupuesto y Política Presupuestal. Elaboración propia con datos del BM, el FMI y la OCDE.
La información al tercer trimestre del 2024 sugiere que el crecimiento económico del país se expandió a un ritmo más lento comparado con el año anterior. La pérdida de dinamismo en el consumo de servicios limitó la actividad productiva; tanto la construcción como la industria manufacturera mostraron un desempeño moderado a mitad del año, aunque sus resultados continuaron siendo débiles. Por su parte, el sector primario se vio afectado por condiciones climáticas adversas. Las exportaciones recuperaron cierto dinamismo ante una mayor demanda de mercancías por parte de Estados Unidos, aunque su evolución ha sido irregular. En el mercado laboral se observaron signos de estancamiento, con una disminución en la creación de empleo, particularmente en los empleos formales. El ingreso laboral per cápita continuó registrando máximos históricos, aunque moderó su crecimiento. La inflación general se redujo a un ritmo más lento que en 2023, afectada por la persistencia de los precios de servicios y por incrementos en los componentes de la inflación No Subyacente.
Una menor demanda de consumo y pérdida de dinamismo en la inversión ocasionaron ajustes a la baja en las perspectivas de crecimiento económico para 2024 y 2025. Persisten retos en materia socioeconómica, tales como el bajo nivel de productividad y elevadas tasas de informalidad laboral. Además, las brechas de género en salarios y ocupación limitan el potencial de la población de mujeres, impactando en la capacidad productiva del país. Asimismo, las elevadas tasas de interés continúan restringiendo la producción de las empresas y el consumo de los hogares.
Un menor dinamismo de la actividad económica, consecuencia de una débil demanda interna, deterioró las proyecciones de crecimiento para 2024, manteniendo una perspectiva a la baja para 2025. Adicionalmente, factores como la evolución de las tasas de interés, los resultados económicos de EE. UU. y China, los conflictos geopolíticos, así como las disputas comerciales entre países siguen generando incertidumbre en el escenario internacional, provocando una balanza de riesgos desfavorable para el crecimiento económico de México.
La expectativa de los especialistas sobre la variación anual del PIB para 2024, pasó de 2.40% en enero a 1.46% en septiembre, mientras que para 2025 se revisó de 1.94 a 1.20%. Las estimaciones del Banxico también fueron ajustadas a la baja de 2.4% a 1.5% para 2024 y de 1.5% a 1.2% para 2025. En el mismo sentido, las proyecciones del BM, FMI, la CEPAL y la OCDE para 2024 se ubicaron en 1.5, 1.5, 1.9 y 1.4%, respectivamente, con ajustes a la baja de alrededor de 0.7 pp en promedio. Para 2025, las estimaciones se ubicaron en 1.6, 1.3, 1.4 y 1.2%, indicando un menor dinamismo económico en el país.
Entre los retos que enfrenta la economía nacional, se encuentra un crecimiento limitado de la demanda agregada, especialmente de la inversión pública, la cual ha sido históricamente baja. Por otra parte, el mercado laboral se enfrenta al desafío de aumentar su capacidad de generación de empleo, que se ha visto afectada por el mismo entorno monetario restrictivo. No obstante, los sólidos fundamentos macroeconómicos de México y la reconfiguración de las cadenas globales de producción mantienen expectativas positivas para el país.
Puebla ha demostrado un crecimiento económico resiliente, con un segundo trimestre de 2024 particularmente dinámico gracias a la recuperación del Sector Manufacturero y de Servicios. Las Actividades Primarias, sin embargo, han mostrado volatilidad debido a factores climáticos y al aumento en los costos de insumos y servicios. Por su parte el Sector Construcción, experimentó un crecimiento de 84.1% hasta julio, respecto al mismo periodo del año anterior, impulsado por obras de edificación, trabajos especializados y expansión de obras de ingeniería civil, posicionando a Puebla como la segunda entidad con mayor crecimiento en producción de obras a nivel nacional.
El mercado laboral exhibió ciertas presiones, ya que la generación de empleo comenzó a ralentizarse respecto al año anterior, además de componerse en su mayoría por puestos informales. La inflación general ha sido volátil durante 2024, afectada principalmente por incrementos en los precios de frutas y verduras derivado de factores climatológicos y externos. Según el Reporte de Indicadores Regionales de Actividad Económica 2024 de Citibanamex, se proyecta un crecimiento del PIB estatal de 2.3% para este año, con una desaceleración de 1.5% para 2025.
La Política de Ingresos del Estado de Puebla para 2025 se enfocará en crear espacio fiscal para financiar programas que promuevan la igualdad, el bienestar social y crecimiento económico, sin comprometer la estabilidad financiera. Al cierre de septiembre, los ingresos totales ascendieron a 104 mil 240 millones 496 mil 734 pesos, superando en 2.4% lo obtenido en el mismo periodo de 2023. Para 2025, se prevén ingresos totales por 126 mil 223 millones 049 mil 548 pesos.
Para 2025, se proyecta que el presupuesto de egresos de Puebla alcance los 126 mil 223 millones 049 mil 548 pesos, los cuales estarán destinados a iniciativas prioritarias que buscan mejorar la calidad de vida de los habitantes y fortalecer el desarrollo regional. Con un enfoque en el uso eficiente de los recursos, el gasto público apoyará áreas clave como bienestar social, seguridad, infraestructura y crecimiento económico sostenible. Este esquema permitirá a Puebla enfrentar los desafíos actuales y responder a las necesidades de los sectores más vulnerables, promoviendo al mismo tiempo un entorno de crecimiento inclusivo y sostenible.
Fuente: Secretaría de Planeación y Finanzas. Subsecretaría de Egresos
La política de gasto del Estado de Puebla para 2025 estará orientada a maximizar el impacto social y económico de cada peso asignado, asegurando una administración responsable de los recursos públicos. En un contexto de limitaciones financieras y alta dependencia del comercio internacional, esta estrategia busca fortalecer sectores clave de la economía, reducir vulnerabilidades externas y fomentar un desarrollo equilibrado. La diversificación de la producción y el impulso a sectores generadores de empleo serán prioritarios, con el objetivo de incrementar la resiliencia económica ante fluctuaciones globales.
Además, el gobierno dará continuidad a proyectos sostenibles que han demostrado resultados positivos, promoviendo la eficiencia y sostenibilidad en el uso de los recursos. Este enfoque permitirá al Estado responder de manera efectiva a las necesidades de la población, especialmente de los grupos más vulnerables, y avanzar en los objetivos de desarrollo social y económico de manera coordinada y estratégica.
La Política de Egresos para 2025 estará enfocada en áreas estratégicas que impulsen el desarrollo social, la seguridad y el crecimiento económico de Puebla. Entre los programas prioritarios destacan:
Puebla ha adoptado una política de responsabilidad fiscal estricta desde 2019, limitando el endeudamiento como medida para preservar la estabilidad financiera a largo plazo. Esta estrategia no solo busca asegurar que el endeudamiento no comprometa los ingresos futuros, sino también mantener una carga de deuda manejable, protegiendo así los recursos necesarios para el desarrollo regional. El saldo de la deuda directa se reducirá gradualmente durante los próximos nueve años, permitiendo aliviar la carga financiera sobre el PIB estatal.