Page 10 - 2. Proyecto de Presupuesto de Egresos, Ejercicio Fiscal 2024
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Gobierno del Estado de Puebla
China. Understanding 2023 July Poliburo meeting: tackling short-term and long-term issues del Banco
BBVA.
Así, después de que en 2022 se observara un consenso sobre el aumento más acelerado de tasas de
interés luego de un periodo prolongado de relajamiento, en lo que va de 2023, los bancos centrales
se concentraron en valorar los efectos rezagados de la política monetaria adoptada sobre la actividad
económica de sus países, y, en especial, en el sector financiero, bursátil y en los niveles de deuda
pública. Las quiebras de los bancos regionales Silicon Valley Bank y Signature Bank en EE. UU., y de
Credit Suisse en Europa, alertaron sobre la vulnerabilidad de los niveles de capitalización y liquidez
para atender las necesidades de crédito y pagos a depositantes ante las elevadas tasas de interés; sin
embargo, los instrumentos de apoyo y medidas más rigurosas para las instituciones, han contenido
un contagio dentro del sector y en la economía.
Asimismo, el contexto dificultó la disminución de los elevados niveles de deuda pública alcanzados
para atender la emergencia sanitaria, provocando, entre tanto, el aumento de déficits fiscales en
medio de lo que el FMI denominó crisis del costo de vida. A principios de agosto, Fitch Ratings y
Standard & Poor´s rebajaron la calificación de EE. UU., de AAA a AA+; la primera, confirmó el hecho
después de vigilar su calificación tras los conflictos políticos para aprobar el límite de deuda pública
en junio, agregando como desafíos una carga creciente de deuda del gobierno central, erosión de la
gobernabilidad y debilitamiento fiscal durante los próximos tres años.
De acuerdo con Fitch, se espera que el déficit del gobierno central de EE. UU. sea del 6.3 por ciento
del PIB en 2023, superior al 2.6 de 2022, incrementando a 6.6 en 2024 y 6.9 en 2025, basado en el
impacto de un menor crecimiento económico, nuevas iniciativas de gasto y una mayor carga de
intereses. De esto último, el pago de intereses de la deuda del gobierno como porcentaje de sus
ingresos, también ha ido al alza, con una estimación de 8.2 por ciento para 2023 desde 7.0 de 2022,
esperando incremente hasta 10.0 en 2025.
En China, reportes de la misma Calificadora, estiman que la deuda general del gobierno aumentará
ante presiones de las obligaciones de Gobiernos Regionales y Locales (GRL), así como por la evolución
del sector inmobiliario apalancado, donde la multimillonaria Evergrande se declaró en quiebra en EE.
UU. en agosto, y Country Garden tuvo que negociar el pago de bonos con acreedores en septiembre.
En la reunión del Politburó, por primera ocasión, el gobierno estipuló la necesidad de resolver el
riesgo de deuda de los GRL, a través de un paquete de medidas de alivio. A pesar de ello, se mantiene
la expectativa sobre su efectividad en el corto plazo, a fin de evitar un colapso en el sector financiero.
La evolución de los índices bursátiles, como termómetro que refleja el ambiente de la actividad
económica general, tuvieron un mejor desempeño comparado con el año anterior, aunque se
acompañaron de episodios de caídas y volatilidad. Como referencia, el Índice S&P500, que abarca
alrededor del 80.0 por ciento del mercado de capitales de EE. UU., retrocedió a principios de año por
la incertidumbre que generó las quiebras de bancos, remontando al alza hasta agosto, donde volvió
a caer después de la rebaja de grado al soberano de EE. UU., profundizándose a finales de septiembre
e inicios de octubre tras los embates en el Congreso del país para definir los paquetes de presupuesto,
a lo que debe agregarse la influencia de la postura restrictiva de la FED y la expectativa de la tasa
terminal de interés para 2023.
En estos sucesos, el Índice de volatilidad (VIX) de la FED, reaccionó elevándose, especialmente en
marzo (26.4) y octubre (19.8), sin llegar a 30 unidades que implica un nivel de incertidumbre grave
(ver esquema 4). El apetito por riesgo de inversionistas fue reduciéndose en medio de estos eventos,
trasladándose en una mayor compra de bonos estadounidenses que fortalecieron al dólar, en
detrimento de algunas monedas de economías emergentes que habían ganado terreno al inicio de