Page 11 - Iniciativa Ley Egresos 2026
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se vio favorecido por políticas de apoyo a la producción. De acuerdo con el Centro de
Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), programas de soberanía alimentaria (como
Sembrando Vida) contribuyeron a impulsar la siembra de granos básicos y a reducir la
dependencia de importaciones, lo que permitió que el sector mostrara cierta capacidad
de resistencia en comparación con otros.
• Actividades secundarias: Agrupan alrededor de un tercio de la economía (33.7%), donde
destacan las manufacturas (21.4%) y la construcción (7.1%). Su trayectoria ha sido la de un
sector estancado: en 2024 prácticamente fue marginal, pues su avance se vio limitado
por la caída en la minería y el débil dinamismo industrial. Durante el segundo trimestre de
2025 presentaron un aumento de 0.7% trimestral, pero aún con un retroceso de 0.3%
anual. Este contraste muestra dificultades para mantener un crecimiento sostenido,
incluso en ramas tradicionalmente fuertes como la automotriz.
• Actividades terciarias: En 2024 se expandieron 1.5% anual, y mantuvieron su papel de
motor de la economía en 2025, con un crecimiento de 0.8% trimestral y 1.8% anual, en el
segundo trimestre, impulsadas por el comercio minorista, el transporte y los servicios
inmobiliarios y financieros. No obstante, algunos segmentos como el comercio mayorista
junto con los servicios de alojamiento y alimentos mostraron signos de desaceleración en
el segundo trimestre. Con todo, los servicios aportaron más de 60.0% del PIB nominal,
consolidando su predominio en la estructura productiva.
Demanda Agregada
Durante el primer semestre de 2025, la demanda interna continuó siendo el principal sostén del
crecimiento, impulsada por el consumo privado, mientras que la inversión mostró un desempeño
más moderado. De acuerdo con el Indicador Trimestral de la Oferta y Demanda Global de INEGI,
al segundo trimestre de 2025 el consumo privado aumentó 1.2% en su comparación trimestral y
0.5% anual, reflejando una recuperación gradual del gasto de los hogares en niveles superiores
a los de finales de 2024. Este comportamiento se apoyó en la preferencia por bienes nacionales
y en la estabilidad de los servicios, contribuyendo a sostener el dinamismo del mercado interno.
En el entorno de ingresos de los hogares, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)
reporta que entre enero y julio de 2025 los ingresos salariales reales mostraron un crecimiento
anual, impulsados por revisiones contractuales que beneficiaron a una base amplia de
trabajadores. Adicionalmente, la afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) continuó
creciendo, lo que reforzó la masa salarial formal y el poder adquisitivo de los hogares. A ello se
sumó el flujo de remesas familiares, que ascendió a 34.8 mil millones de dólares (mmdd) entre
enero y julio del año actual, nivel que la SHCP calificó como históricamente alto. Para agosto, el
Banco de México (Banxico) reportó un acumulado de 40.5 mmdd, aunque con menor dinamismo;
seis de los ocho meses registraron caídas anuales, con un retroceso promedio de 5.3%. Este
comportamiento refleja que, si bien el monto total sigue siendo elevado, el ritmo de crecimiento
se ha moderado, introduciendo un factor de incertidumbre para el ingreso disponible.
En contraste, la inversión mantiene un desempeño contractivo. La Formación Bruta de Capital
Fijo registró caídas anuales consecutivas entre 4.1% y 7.7% entre agosto de 2024 y julio de 2025,
alcanzando sus niveles más bajos desde la pandemia. Así, lo que en 2023 – 2024 había sido un
motor relevante de crecimiento, se convirtió en una de las principales debilidades de la demanda
interna.
El detalle por componentes muestra que la Construcción retrocedió 5.7% anual a julio, con un
avance en la Residencial (7.8%) frente al descenso de la No residencial (16.1%). La Maquinaria y
equipo cayó 8.1%, con un retroceso menor en la de origen nacional (7.4%) respecto a la importada
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