Page 15 - Iniciativa Ley Egresos 2026
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2.2. Política Económica Federal y Proyecciones
Política Monetaria y Fiscal
Tras varios años en que la política económica federal se caracterizó por tasas de interés en
máximos y un gasto público expansivo, el Paquete Económico 2026 marca el inicio de una etapa
de normalización y disciplina gradual. La política monetaria comienza a ceder espacio a la
recuperación del crédito, mientras que la política fiscal busca reducir el déficit y estabilizar la
deuda pública. En conjunto, ambas estrategias configuran un entorno más estable, aunque de
crecimiento moderado, del que dependerá el margen de acción de los gobiernos estatales.
Bajo este contexto, el Banxico ha reducido de manera paulatina la tasa de referencia, de 10.0%
en 2024 a 7.50% en 2025. Para 2026, los CGPE 2026 prevén que se ubique en 6.0% al cierre de ese
año, mientras que el Banxico proyecta un nivel ligeramente superior, cercano a 6.75%. Aun con
este ajuste, la postura seguirá siendo restrictiva en términos reales, pues la tasa se mantendrá
por encima de la inflación esperada (3.0%), con condiciones de crédito más favorables que en
años previos, pero aún limitados para detonar una expansión sostenida de la inversión privada.
En materia fiscal, el Gobierno Federal plantea un marco de prudencia y sostenibilidad. Para 2026,
el déficit público se estima en 3.6% del PIB, con un balance primario positivo de 0.5%, lo que
contribuiría a mantener la deuda pública estable en torno a 52.3% del PIB. Los ingresos
presupuestarios ascenderán a 22.5% del PIB, ligeramente por encima de lo previsto en los Pre-
Criterios (22.4%), debido a una mejor perspectiva de recaudación tributaria, impulsada por el
desempeño del IVA y los impuestos al comercio exterior. De esta forma, los ingresos tributarios
representarían el 15.1% del PIB, equivalentes a dos terceras partes del total, mientras que los
petroleros aportan 3.1% del PIB. Esta composición refleja la creciente fortaleza de la recaudación
interna y una menor dependencia estructural de los ingresos petroleros, en línea con el objetivo
de consolidar una base fiscal más sostenible.
Sobre esta base, el gasto neto se ubicará en 26.1% del PIB, superior a la proyectada en los Pre-
Criterios. Este incremento obedece a la decisión de priorizar los programas sociales y acelerar la
inversión pública, procurando no comprometer la estabilidad de la deuda ni las metas de déficit.
El gasto programable, equivalente a 17.3% del PIB, crecerá más de 5.0% real, con énfasis en
transferencias sociales como la pensión universal para personas adultas mayores, la Pensión
Mujeres Bienestar y los apoyos a personas con discapacidad, además de mayores recursos para
educación, salud y desarrollo territorial.
En conjunto, estas asignaciones consolidan al gasto social como el componente central y
contracíclico de la política fiscal federal, orientado a sostener el ingreso de los hogares y la
cohesión social en un contexto de moderación económica.
De forma paralela, el gasto de inversión previsto en los CGPE 2026 asciende a 1.25 billones de
pesos, monto superior en 20.1% real al aprobado en 2025. Este incremento proviene
principalmente de los mayores recursos destinados a inversión física, que totalizan 960.1 mmp
(crecimiento real de 10.0%), así como de la inversión financiera y otros conceptos, que aumentan
80.0% real hasta 276.4 mmp.
Los recursos se orientan a proyectos prioritarios como al Programa General de Nuevos Trenes, el
Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, la modernización de carreteras y las obras
hidráulicas de Conagua, con el propósito de fortalecer la conectividad, la infraestructura
logística y la seguridad hídrica, además de impulsar el empleo y las cadenas productivas
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