Page 18 - Iniciativa Ley Egresos 2026
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La revisión del T-MEC se perfila como el factor decisivo que determinará si los supuestos
optimistas del Gobierno Federal se materializan o si, por el contrario, México deberá ajustar a la
baja sus expectativas de crecimiento y bienestar. Un resultado favorable no solo validaría las
proyecciones oficiales, sino que podría generar un círculo virtuoso de mayor inversión, crecimiento
más robusto y mayores ingresos fiscales. En cambio, un escenario adverso trascendería el ámbito
macroeconómico, al obligar a replantear la planeación económica nacional y reducir
significativamente el margen de maniobra fiscal, tanto a nivel federal como estatal.
En materia energética, los cambios más relevantes no se observan en las proyecciones de
precios del petróleo, que muestran una ligera reducción de 55.3 a 54.9 dólares por barril, sino en
la reorientación estratégica de Pemex. El Plan Estratégico 2025–2035 de la empresa contempla
más de 20 proyectos con participación del sector privado, orientados a incrementar la
producción nacional y reducir la presión fiscal sobre las finanzas públicas. Esta estrategia
permitiría que la empresa productiva del Estado concentre sus esfuerzos en las operaciones de
mayor rentabilidad, al tiempo que el capital privado participa en las etapas de exploración con
mayor nivel de riesgo, contribuyendo a una mayor eficiencia productiva y fiscal.
Es en el ámbito fiscal donde la comparación entre ambos documentos revela las mayores
tensiones del modelo económico. El déficit presupuestario proyectado para 2026 aumentó de
2.7% a 3.6% del PIB, mientras que los RFSP pasaron de un rango de 3.2% – 3.5% a un definitivo de
4.1% del PIB. Este deterioro de casi un punto porcentual del PIB no obedece únicamente a
revisiones técnicas, sino que refleja presiones de gasto estructurales que se incorporaron
gradualmente en la planeación fiscal, vinculadas con el mayor costo de los programas sociales
y la expansión de la inversión en infraestructura estratégica. En conjunto, estos factores reducen
el margen de maniobra fiscal y demandan un manejo más prudente de las finanzas públicas
hacia 2026.
Para las entidades federativas, este escenario fiscal más restrictivo tiene implicaciones directas
y de alcance estructural. El gasto federalizado crecerá apenas 3.0% en términos reales para 2026,
un incremento que, aunque ligeramente superior al crecimiento económico proyectado, resulta
insuficiente para ampliar de manera significativa los recursos disponibles para los gobiernos
estatales. Ante este panorama, las entidades deberán replantear sus estrategias financieras,
pues ya no pueden depender de transferencias federales en expansión para financiar su
desarrollo. La eficiencia en el gasto y el fortalecimiento de la recaudación propia dejan de ser
metas deseables para convertirse en condiciones indispensables de sostenibilidad fiscal.
La estrategia de desarrollo regional articulada en el Plan México y los Polos de Desarrollo para el
Bienestar incorpora un nivel adicional de complejidad al panorama estatal. Los 100 parques
industriales especializados en nueve sectores estratégicos no se distribuirán de manera uniforme,
sino conforme a una lógica de vocaciones productivas y ventajas comparativas, que beneficiará
en mayor medida a determinadas regiones.
Los estados del sur-sureste, históricamente rezagados, pero ahora en el centro de proyectos
como el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y el Tren Maya, enfrentan una
oportunidad histórica para cerrar brechas de desarrollo, siempre que logren alinear sus
capacidades institucionales, de infraestructura y de capital humano con estas iniciativas
federales. En contraste, los estados fronterizos del norte, tradicionalmente más prósperos, pero
más expuestos a los vaivenes del comercio internacional, deberán mantener una doble
estrategia que les permita aprovechar su integración con las cadenas de valor norteamericanas,
al tiempo que fortalecen planes de contingencia ante posibles disrupciones comerciales.
En conjunto, los contrastes regionales delinean el marco operativo del escenario
macroeconómico 2026, caracterizado por un optimismo cauteloso sustentado en la expansión
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