Page 20 - Iniciativa Ley Egresos 2026
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3. Entorno Económico de Puebla
3.1. Evolución y perspectivas de la economía poblana
Producción
Durante 2025, la economía poblana se mantuvo resiliente frente a los choques externos y la
menor demanda agregada nacional. En el primer semestre del año, la producción estatal logró
revertir la caída de finales de 2024, apoyada en el consumo de servicios y de un sólido avance
en las manufacturas. En este contexto, el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal
(ITAEE) aumentó 0.9% promedio a tasa trimestral, igual a la región centro del país.
Las actividades primarias mostraron un desempeño mixto. En marzo de este año, el ciclo agrícola
2024 concluyó con 780.0 mil hectáreas cosechadas, 0.8% menor respecto al ciclo anterior. Los
datos disponibles del ciclo 2025 acumularon una superficie sembrada superior al año previo, lo
que anticipa un aumento de las cosechas por el exceso de lluvias que ha favorecido la
producción de cereales, legumbres y oleaginosas. En el sector pecuario, una mejor alimentación
del ganado, derivada del menor costo de insumos importados, impulsó la producción de huevo.
Así, en julio, el Índice de Volumen Físico (IVF) agropecuario de Puebla aumentó 28.8% anual, con
una incidencia de 0.56 puntos porcentuales (pp) en el crecimiento nacional, solo detrás de
Jalisco.
En las actividades secundarias, la industria mostró una tendencia al alza en la primera parte de
2025, con cierta moderación a mediados de año. En junio, el IVF industrial ascendió a 100.7
unidades, superior al promedio de los últimos tres años (96.5), aunque con menor ritmo que en
2024. De forma acumulada, creció 27.3% respecto a diciembre del año anterior, cuando la
producción había caído 21.0% mensual. Al interior, el avance de la construcción y las
manufacturas han sido clave para impulsar el dinamismo, representando el 18.1% y 74.0%, cada
uno, del PIB industrial.
La construcción moderó su crecimiento al inicio del año, tras la finalización de obras públicas,
particularmente de transporte y urbanización. Posteriormente, una ligera reactivación de este
rubro, junto con las edificaciones, permitió que el IVF de la construcción retomará una tendencia
al alza, aunque de manera irregular, alcanzando un promedio de 89.8 unidades a junio. Este
comportamiento fue similar en al menos tres de las cuatro principales regiones del país, donde
los empresarios del sector señalaron, en encuestas del Banxico, que la incertidumbre asociada a
las políticas arancelarias, tasas de interés relativamente elevadas y ciertas restricciones
presupuestarias en la ejecución de obra pública continuaron limitando la inversión.
Las manufacturas, altamente vinculadas a la exportación, muestran una elevada sensibilidad
ante cambios en la política comercial exterior. Sin embargo, la vigencia del T-MEC, las
negociaciones para el aplazamiento de tarifas de EE. UU. y la acumulación de inventarios en ese
país, influyeron en una paulatina recuperación del sector. La Fabricación de equipo de transporte
se benefició del aumento en la producción de camiones ligeros de Volkswagen (VW) y de Audi, si
bien los automóviles tuvieron un menor avance. Dicho subsector acumuló un valor de producción
de 243.0 mmp hasta julio, ubicándose en tercer lugar a nivel nacional, equivalente al 11.1% del
país, después de Coahuila (18.3%) y Guanajuato (18.2%).
Particularmente, la producción de autopartes de Puebla contribuyó con 6.6% al total nacional
ubicándose entre las diez principales entidades, favorecida por su ubicación geográfica y la
organización del clúster automotriz, además se mantuvo como un referente en la producción y
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